Los egipcios no tenían necesidad de saberse las tablas de multiplicar. Sólo sabían multiplicar por 2. Su método se basaba sólo en sumas.
Vamos a empezar con un ejemplo sencillo: 24×12.
Para realizar la multiplicación, se escriben dos columnas. Una comienza con 24 y la otra con 1. El proceso consiste en ir doblando el número de cada columna hasta que la que comenzó con 1, supere al segundo factor:
24 1
48 2
96 4
192 8
No es necesario hacer más filas porque 8+8=16 ya es mayor que 12. Buscamos ahora en la segunda columna los números que, sumados, den el segundo factor. En este caso son el 8 y el 4 (8+4=12). Sumando los números correspondientes de la primera columna (192 y 96) obtenemos el resultado de la multiplicación:
192+96 = 24×12 =
288.
Otro ejemplo:
Para 24×9, buscamos los números que suman 9, que son 8 y 1, por lo que el resultado será 192+24 =
216.
Si queremos multiplicar 24×21, añadiríamos otra fila más y listo:
24 1
48 2
96 4
192 8
384 16
Por lo tanto, 24×21 = 384 + 96 + 24=
504.
Y, como siempre, el último ejemplo, para aclarar las ideas: 115×23
115 1
230 2
460 4
920 8
1840 16
115 x 23 = 1840+ 460+ 230+ 115 = 2645